Vamos esta vez con una reseña de un juego de Stronghold Games que vió la luz en 2011. Se trata de «The Island», un juego diseñado por Julian Courtland-Smith y publicado en España por Asmodee. El juego es para 2-4 jugadores, pero funciona mejor con 3 o 4 jugadores. Cada jugador cuenta con una colección de personajillos y cada personajillo tiene una puntuación diferente bajo su peana. El juego consiste en salvar a los personajillos de una isla que se está hundiendo y el que haya salvado a los personajillos con la mayor puntuación, gana el juego.
Componentes
El juego se compone de un tablero cuadrado con casillas hexagonales. En el centro está el mar y en las cuatro esquinas hay islas. Llaman la atención las losetas que componen la isla, pues hay de tres grosores diferentes en función de si representan a la playa, la pradera o la montaña. Cada jugador tiene un set de personajillos con diferentes valores bajo la peana y completan el plantel de componentes las fichas de los monstruos (dragones, tiburones y ballenas) y un dado especial.
Mecánicas
En la preparación del juego se reparten los personajillos por colores entre los jugadores, y se colocan las losetas en el centro del tablero, con las playas tocando el mar, formando una isla. En el centro hay un lago con un dragón. Por turnos se colocan los personajillos en la isla y varias barcas en las playas.
El juego se desarrolla por turnos, en su turno, el jugador debe mover 3 casillas a sus personajillos, tratando de subirlos a las barcas, que también pueden ser movidas si hay personajes en ellas. Las barcas también se mueven tres casillas. Si alguna barca que lleve personajillos alcanza una de las islas de las esquinas del tablero, los personajillos pueden bajarse y sumarán para la puntuación final.
Evidentemente, no todo es tan sencillo pues el final de cada turno el jugador lanzará un dado que tiene tres caras (dragón, ballena y tiburón), pudiendo mover el monstruo correspondiente con la intención de dificultar el movimiento de los otros jugadores. Las ballenas vuelcan las barcas de los contrarios, dejando a los personajillos flotando en el mar. Los tiburones se comen a los desafortunados personajillos que no estén en las barcas y los dragones arrasan con personajillos y barcas por igual.
Por otro lado, en cada turno el jugador quita del tablero una de las losetas, que se convierte en mar. Por detrás de las losetas hay acciones especiales que ayudan a tu movimiento o dificultan el movimiento de los contrarios, como mover a los tiburones a destiempo, movimientos extra para tus personajillos…
Cuando se levante la loseta que tenga un volcán por detrás, se acabó el juego y se cuentan las puntuaciones.
Decisiones
En cada turno hay que elegir qué personajillos mover y hacia dónde moverlos. Lo primero que uno piensa es mover los personajillos con las puntuaciones más altas hacia las barcas, lo antes posible, pues con el transcurso del juego van apareciendo cada vez más monstruos. Pero claro, cuando uno ya ha jugado varias veces los jugadores contrarios pueden adivinar esta técnica y obrar en consecuencia , así que a veces es bueno guardarse un personajillo de puntuación alta para el final.
El movimiento de los monstruos es algo clave en este juego. Existen algunas ayudas que permiten mover adicionalmente algún monstruo y si combinamos estas ayudas con una tirada afortunada del dado podemos combarlas para tirar alguna barca repleta de contrarios o acabar con varios personajillos adversarios de una vez.
Interacción, rejugabilidad y escalabilidad
La interacción es parcial, pues los personajillos no interactúan entre sí. En ocasiones pueden incluso ayudarse entre sí, compartiendo barca entre varios. Los jugadores, como pueden controlar el movimiento de los monstruos, sí que pueden facilmente acabar con los personajillos de los otros jugadores.
La rejugabilidad es limitada, pues aunque las losetas de la isla van cambiando de sitio en cada partida al final esto no influye demasiado en el transcurso del juego. La posición de los monstruos va cambiando, eso sí, y también tenemos el elemento sorpresa de que las puntuaciones de los personajillos son secretas para los otros jugadores hasta el final de la partida. Pero en honor a la verdad, casi todas las partidas son similares.
En lo que respecta a la escalabilidad, funciona bastante mejor con un número mayor de jugadores, pues se convierte en un «todos contra todos» bastante caótico. Hay que tener cuidado jugando a 4 jugadores pues el volcán puede salir mucho antes de lo que nos imaginamos.
Conclusiones
Se trata de un juego divertido, familiar, muy adecuado para jugar con niños pues las mecánicas son sencillas, no hay texto y las fichas de los monstruos marinos son muy simpáticas. Para adultos se queda un poco corto a partir de la segunda o tercera partida, aunque es bueno para iniciar en el vicio a los no jugones.
Os compartimos un Unboxing muy simpático hecho por César de Randal Juegos:
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