¡No había otra opción posible! Siendo Walking on the Moon un juego de mesa, diseñado en España por César Gómez Bernardino (2 Maracas D10) y de temática espacial, teníamos que comprarlo. Conocimos a César en el último festival de juegos de Córdoba, pues la mesa en la que mostraba su todavía prototipo estaba junto a la nuestra. Y claro, jugamos una partida que nos encantó. Como la campaña de corwdfunding estaba en pleno proceso, pues la apoyamos.
Y hoy ha llegado el tan esperado juego, que en realidad no es uno juego, sino DOS juegos. Walking on the Moon y March on Mars. Es cierto que son dos juegos muy similares, que las mecánicas son parecidas y que comparten la mayoría de los componentes, pero son dos juegos en toda regla.
Componentes
¡Lo primero que sorprende es que César haya sido capaz de meter dos juegos en una caja tan pequeña! Siempre se agradecen tales actos pues muchos aficionados tienen tantos juegos de mesa que ya no saben dónde guardarlos. Se explica en parte por el tablero de doble cara: una de ellas representa a la luna (para Walking on the Moon) y la otra al planeta Marte (para March on Mars). En las cartas radica la ota aprte de la explicación, pues algunas de ellas se usan por una cara para un juego y por la otra para el otro.
El juego también trae dos troqueles de marcadores de cartón, de diferentes tipos. Cosa curiosa es que vienen marcadores de reserva por si se te pierde alguno. Detallazo. El juego se completa con un set de astronautas de madera y seis dados especiales.
Mayoritariamente hablaremos de Walking on the Moon, que es el juego principal.
Mecánicas
El juego consiste básicamente en una carrera alrededor de la luna en la que los astronautas avanzan dando saltos. Gana el que llegue primero a la meta, obviamente. El juego se desarrolla por turnos y en cada turno, el jugador puede intentar hasta 3 saltos con su astronauta. Hay 3 tipos de dados: los azules permiten solo avanzar, los blancos permiten avanzar o descender y los negros permiten ascender, pues en la luna hay muchos montículos que habrá que superar saltando hacia arriba. El jugador comienza cada turno con 4 dados de su elección y deberá repartirlos entre los 3 saltos disponibles, como desee. En cada salto, lanzas el dado o dados que hayas programado para ese salto y eliges el resultado que más te interese.
Y así vas avanzando penosamente, tirada a tierada. Pero debes tener cuidado pues si terminas cualquier salto en una casilla donde no hay suelo, o te estrellas contra una montaña o contra la propia superficie de la luna, tu astronauta caerá rodando y sufrirá un accidente. Después de la caída, puedes perder algunos puntos y en el siguiente turno saltarás menos. También hay cartas de ayuda que proporcionan algunas ventajas, o fichas de handicap que te quitan dados para saltar.
En March on Mars, los astronautas llegan a Marte y se la encuentran llenos de marcianos (evidentemente), así que se deciden a matarlos a todos. Es un juego cooperativo, al contrario que Walking on the Moon, que es competitivo.
Decisiones
Todo el rato, a cada momento, varias veces por turno. Primero tienes que elegir 4 de los 6 dados disponibles y después distribuirlos entre los 3 saltos. Luego, en cada tirada, tendrás que elegir uno de los 2 resultados… en fin, que estarás continuamente decidiendo.
Interacción, rejugabilidad y escalabilidad
Existe cierta interacción entre los jugadores pues si terminas un salto encima de otro jugador puedes robarle puntos o endiñarle tus marcadores de handicap, para estorbarle un poquitín. En March on Mars, al ser cooperativo, debe existir un plan de ataque común, así que la interacción es más verbal que otra cosa.
César ha introducido algunos elementos que ayudan a la rejugabilidad. El primero de ellos es la existencia de 2 juegos en 1, con lo que por lo menos las dos primeras partidas están aseguradas. Si tenemos en cuenta que la media de veces que se juega a un juego de mesa es de 8, ya hemos cubierto el 25% de las veces. Por otro lado, tanto en Walking on the Moon como en March on Mars existe una serie de cartas de terreno, entre las que hay que elegir 5, por lo que el terreno va variando en cada partida. También, en March on Mars hay varios niveles de dificultad, que pueden ayudar a que el reto sea mayor si te aburres pronto.
En lo que respecta a la escalabilidad del juego, Walking on the Moon funciona igual de bien para 2 o para más jugadores. En March on Mars existen reglas que añaden más enemigos si hay más jugadores, para equilibrar la batalla.
Conclusiones
César ha conseguido un juego con mecánicas bastante originales, que si bien puede resultarte un poco monótono a partir del quinto o sexto salto, comprobarás que ganar no es nada fácil pues tendrás que exprimir al máximo las capacidades de salto de tu astrounata. El arte, siendo sencillo, es muy vistoso y simpatico, consigue introducirte en la aventura. Las instrucciones están plagadas de bromas y chascarrillos que hacen su lectura más agradable. Recomendamos encarecidamente su adquisición.
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