Ya sabéis que en Amphora Games nos encanta la temática espacial y que apoyamos a nuestros compañeros autores españoles así que… ¿cómo podíamos resistirnos al Pocket Invaders de José Domingo Flores? Aunque ahora está en manos de GenX, el proyecto comenzó con un cowdfunding muy exitoso en Verkami. Además, los dados retro están chulísimos así que nos decidimos a adquirir una copia y probarlo.
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Componentes
Realmente el juego no trae muchas cosas. Una caja pequeñita, dos tableros que pueden ser jugados por ambas caras, los libritos de instrucciones y (esto es lo más importante) 16 dados que representan las naves espaciales. Son dados negros, especialmente grandes, con un rebaje en el interior donde se alojan las pegatinas. Cada cara del dado representa a una nave de las que participarán en el combate. El único fallo que le vemos a los dados es precisamente el tema de las pegatinas, hubiera estado mucho mejor unos dados serigrafiados o en relieve, pero comprendemos por experiencia propia que eso hubiera supuesto un altísimo coste y hubiese encarecido muchísimo el juego, por lo que las pegatinas han resultado ser la mejor opción.
Mecánica
Básicamente se trata de una especie de damas avanzado. El juego permite 4 jugadores pero la verdadera experiencia es para 2 jugadores. Se elige una de las configuraciones de inicio compuestas por un tablero y una serie de naves para cada jugador, definidas de antemano. Normalmente las naves de cada jugador parten de su lado del tablero, que representa a su planeta. Entre las naves destaca la nave nodriza, que será la nave más importante de nuestra flota pues si la perdemos, saldremos derrotados en la partida. El vencedor será quien consiga llevar su nave nodriza hasta el planeta del contrario o consiga destruir la nave nodriza enemiga.
El juego se sucede por turnos, pudiendo cada jugador mover una nave en su turno. Las naves se desplazan una casilla en el tablero en una de las direcciones marcadas por los puntos que rodean a cada nave, por lo que el movimiento de cada nave será diferente. Se empieza a parecer demasiado al ajedrez, ¿verdad? Pero ahora viene lo interesante: cuando una nave propia captura (se come) a una nave enemiga, tomo el dado capturado y lo lanzo, pasando a ser la nave obtenida de mi propiedad. O sea, las naves capturadas vuelven a la vida bajo mi mando, pudiendo ser la misma u otra totalmente distinta.
Decisiones
Pues hay varios tipos de decisiones. Más allá de decidir cuál de las naves muevo y a dónde la muevo, también puedo decidir si colocar en el tablero una nave capturada previamente en lugar de mover. También puedo decidir basar mi estrategia en avanzar con las naves exploradoras (solo se mueven hacia adelante) pues si éstas alcanzan el planeta enemigo se transformarán en otra mejor lanzando el dado.
Interacción, rejugabilidad y escalabilidad
La interacción se da en cada turno, exactamente igual que en el Ajedrez o en Halflings (de Meridiano6). El hecho de que las naves puedan ser capturadas y usadas en mi favor le da un punto extra.
En lo que respecta a la rejugabilidad, el juego trae 4 tableros diferentes con tamaños y dibujos distintos. Esto consigue que tardes más en aburrirte del juego. Por otra parte, el fin del juego siempre es el mismo. Tras varias partidas te das cuenta de que todo se reduce en darle «jaque mate» a la nave nodriza, amenazándola con una nave protegida y acorralándola contra uno de los bordes del tablero o contra naves propias. Llegar con tu nave nodriza al planeta enemigo es muy difícil, por lo que casi siempre será más fácil luchar.
Aunque en aras de la escalabilidad el juego viene preparado para ser jugado por 4 jugadores, la realidad es que funciona mucho mejor con solo 2 jugadores. Cuando juegas a 4 tienes la misma impresión que jugando a la versión del ajedrez para 4 o del ajedrez 3D.
Hubiera sido fácil darle más rejugabilidad, pues hay muchos dados iguales que podrían haber contenido naves diferentes, objetivos parciales u otros tipos de obstáculos. También se echa en falta un poco de storytelling, algo muy necesario en el mundo espacial.
Conclusiones
Pues se trata de un juego muy sencillo de explicar y aprender, que te permite disfrutar incluso la primer partida. Se da mucho al análisis-parálisis, pues un movimiento en falso te puede echar al traste toda la estrategia. La componente de azar que te da el lanzar el dado a ver qué nave te toca es interesante, pero evita que puedas planificar el ataque pues cada nave se mueve de forma diferente. Por último, y esto es una verdadera ventaja que cada vez apreciamos más, la caja es muy pequeña por lo que es fácil de almacenar y transportar.
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